Ni muy muy, ni tan tan.

Hace una semana, mientras daba una clase, hablábamos del tema de las aspiraciones ganadoras desde una perspectiva estratégica, y cuando entré al tema de las aspiraciones personales, enfocadas en entender ¿para qué estamos aquí?  y ¿qué significa ganar para nosotros? uno de los participantes me preguntó: “Jorge, ¿Cuál es la tuya?”

En ese momento, y haciendo referencia a mi post de propósito:  https://jorgeporro.blog/2018/09/27/todo-gira-en-torno-al-proposito/

le contesté: Estoy aquí para inspirar, compartir, y ayudar a que las personas lleguen a descubrir ¿para qué están aquí? Y, sobre todo, ¿Cómo pueden ser felices haciendo lo que las apasiona?

La conversación que siguió fue muy interesante:

  • Alumno: ¿Qué porcentaje de tu tiempo dedicas a eso?
  • Porro: Como un 60%, y el otro 40% lo dedico principalmente a prepararme, leer, investigar y experimentar para ver cómo puedo hacerlo aún mejor.
  • Alumno: Ok, es la ventaja de que te dediques a eso, y no tengas un trabajo en una corporativo.
  • Porro: Si trabajo para una compañía.
  • Alumno: ¿Y cómo dedicas entonces el 60 / 40 de tu tiempo para eso entonces?

Ahí fue donde lo entendí todo. Hace tiempo, concluí que si uno tiene claro su propósito, el lugar de trabajo no es excluyente para poder lograrlo, al contrario, es un medio para ello.

Le contesté: Tengo la fortuna de haber podido entender que en mi trabajo, puedo también cumplir mi propósito, pues tengo la fortuna de ser líder de un número de personas importantes, por lo que es AHÍ justamente donde aplico mi propósito, inspirando, ayudando, y compartiendo, a diario, con la gente que me rodea.

Recordé el concepto (con el que no estoy nada de acuerdo) del “Balance entre la vida personal y laboral”. Para mí, la vida es UNA. Se vive a diario. Y no se vive en pedacitos. Trabajamos, sí (no soy ingenuo y sé que se necesitan ingresos para solventar gastos) pero el trabajo es una parte de la vida, tenemos amigos, familia, hacemos deporte, nos divertimos, salimos, comemos, dormimos, leemos, reímos, descansamos; pero la vida es eso que pasa a diario, la suma de los minutos que diario dedicamos a una u otra actividad, que al final, son TODO lo que hacemos. El trabajo (como emprendedor, empleado, deportista o lo que sea) es SOLO una parte de nuestro día. La vida es lo que pasa durante las 24 horas completas.

Insisto, no creo que sea para vivirla en pedazos ni en partes: el trabajo o la vida personal. Todo es parte del todo. Me parece que lo que si tenemos que tener claro, es nuestro propósito. Y hacia eso apuntar todas nuestras energías y en lo posible, todas nuestras actividades.

Decía Bruce Lee: “If you spend too much time thinking about a thing, you’ll never get it done. Make at least one definite move daily toward your goal”.

De eso se trata. Por eso diario, donde esté, trato de hacer algo que me acerque a mi propósito, y los invito a que hagan lo mismo.

Mis experiencias me han dejado grandes aprendizajes. Mas bien, mis errores. En alguna época de mi vida, me aventé como el Borras a emprender y buscar mi “libertad” lejos del yugo corporativo. Gran sorpresa cuando me di cuenta de que no era ni tan fácil, ni tan glamoroso.

Por eso ahora, he entendido que ni muy muy, ni tan tan. Para llegar a donde queremos, y a diferencia de la mayor parte de los libros y escritos de autoayuda “chafa” como yo le llamo dicen, no es suficiente solo con quererlo, hay que pensarlo, planearlo y hacerlo, sin perder jamás nuestro objetivo de vista. Así es como he ido aprendiendo que nuestro propósito SIEMPRE es alcanzable, y que cuando consistentemente estamos ahí, somos mucho más plenos y felices (no quiere decir que sea más fácil).

Cada uno de nosotros va entendiendo los tiempos y circunstancias, pero lo único que no podemos hacer, es quedarnos quietos. Un pasito a la vez nos acerca a lo que nos hace felices. (me llevó yo un gran aprendizaje, pues llevaba 5 meses sin publicar nada).

Una de las cosas que más disfruto, es compartir, a través de la docencia, el coaching, o cualquier espacio que tenga para presentar o hablar con alguien (quienes me conocen saben que me ENCANTA hablar) mis ideas, propósito, e ilusiones, pero lo que pocos saben, es que uno de los motivos fundamentales que me inspiraron a hacerlo, es que creo fielmente que aprendo MUCHÍSIMO más de lo que puedo enseñar, de aquellos con los que tengo el honor de compartir el aula, la clase o el auditorio.

Mis alumnos han sido y serán siempre mis mejores maestros.

Cierro nuevamente con Bruce Lee (uno de mis filósofos favoritos):  

“A teacher is never a giver of truth, he is a guide, a pointer to the truth that each student must find for himself”

Busquen su verdad, su propósito, y la manera de poder hacerlo a diario. No se conformen jamás con lo que nos les guste, con lo que hay que hacer, con lo que tiene que pasar, pensando que después habrá tiempo para ello, pues no sabemos si eso sucederá.

10 thoughts on “Ni muy muy, ni tan tan.

  • Coincido contigo Jorge!
    La vida es vivir el presente, reír, llorar, extrañar, trabajar, amar… siempre al 100%.
    Felicidades! Me encanta como escribes.

  • Porro, leo tu blog y te escucho, dices las cosas muy claras y cómo tiene que ser, sin rodeos. Se te extraña Porrito, que gusto leer este blog!

  • Suscribo!! me encanto leerte y coincido plenamente con esta frase “Todo es parte del todo. Me parece que lo que si tenemos que tener claro, es nuestro propósito” Abrazo!

  • Jorge, tienes razón cuando mencionas el balance de vida y que solo hay una vida donde cabe todo lo que hacemos y somos. El balance de vida se debe entender como el trabajar para vivir y no el vivir para trabajar. Tú mismo refieres la necesidad de tener un trabajo que genere los ingresos y que permite mucho de lo demás. Lo importante es cómo no perdemos de foco el propósito y usamos todo lo demás en nuestra vida para llegar y lograr ese propósito. Saludos

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